Os voy a presentar a dos muñecos
idénticos pero con diferente indumentaria. Se trata de muñecos con vestimenta
regional. Como muchos otros de la época, fueron presentados en pareja masculina
y femenina e intentan reproducir de la forma más fiel posible una parte del
folclore de nuestro país.
Si os digo Patufet muchos no
sabréis a quién me refiero, pero si os digo “Pitufo” o “Garbancito” seguro que
os doy una pista. Patufet es el nombre que en catalán recibe el personaje de uno de los cuentos de Hans Christian
Andersen, Garbancito. También recibió
ese nombre una revista infantil publicada en Barcelona entre los años 1904 al
1938 y 1968 al 1973. Fue el nombre de
Patufet el que inspiró el de pitufo en castellano.
Con esta alusión al nombre, ya
podemos imaginar que hablamos de un muñeco de pequeño tamaño, y, así es. Patufet mide tan solo 20 centímetros. Pertenece
a la marca Florido y es de principios de los años 60.
Como las anteriores muñecas que
he mostrado de Florido, los Patufets
o Patufetos tienen unos labios muy bien perfilados y muy
llamativos. Su nariz es achatada y no puedo dejar de resaltar sus vistosos
mofletes ni la viveza de sus dos pequeños ojos margaritas y fijos, de color
azul. En el extremo de cada uno de esos ojos tres pestañas del mismo color que
sus cejas. El pelo recuerda al de Pompita, es del mismo color, tiene flequillo
y se ve como una bonita melena no muy larga. Sus dos manos están abiertas y con las palmas
hacia abajo.
El segundo de los muñecos ha sido más difícil de reconocer para mí pero la txapela que lleva en su cabeza me ha resuelto las dudas. Considero que es un baserritarra, es decir, un muñeco vestido con el traje típico del País Vasco. Va vestido con su txapela negra, camisa blanca, bussón de rayas, gerriko rojo y pantalón de rayas. En sus pies no lleva abarcas sino que lleva alpargatas de color blanco y en su hombro izquierdo una alforja.
Como podéis ver son muñecos muy graciosos y singulares. Espero que os hayan gustado tanto como a mi.
Hasta la próxima.
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