Martina

Cuando se decide iniciar una colección se va delimitando su objeto. En el caso de las muñecas, hay quien decide coleccionarlas por años, por marcas, por su vestuario, porque formaron parte de una etapa de su vida, por presentar características comunes o por cualquier motivo que pertenece solo al coleccionista.

En mi opinión, cada muñeca tiene unas características propias, una magia única que, en la mayoría de las ocasiones, viene dada por nuestras emociones, nuestras vivencias o nuestros gustos. Es por ello que me gusta imaginar lo importante que son o han sido las muñecas para algunas personas y tener la ocasión de analizar la mayor variedad posible.

En el día de hoy os voy a presentar a un muñeca cuyo nombre es Martina. 

La primera vez que vi esta muñeca recordé  una postal antigua en la que aparecía una niña muy similar a ella que se disponía a tomar al té. Desde entonces, cada vez que la miro se me viene a la cabeza aquella imagen.

Martina pertenece a la marca de muñecas Durpe, marca en la que voy a detenerme en más de una ocasión. Es de los años 80 y mide aproximadamente  49 centímetros. En su totalidad es de trapo, excepto la cara y  las manos  que  son de goma.

La composición de su cuerpo y piernas hacen de ella una muñeca que, seguramente, fue creada con la intención de destinarse a los más pequeños de la casa. Es fácil imaginarse a Martina siendo abrazada durante las horas de sueño o  sostenida y estrujada entre sus brazos en multitud de situaciones llenas de emoción.

Haciendo una muy rápida comparación con otras muñecas de la casa Durpe, podemos apreciar en Martina rasgos propios de otras de sus muñecas. De esta forma, el pelo de lana y el cuerpo de trapo nos recuerdan a Lina y a Tono, su sonrisa no nos  deja de recordar a Chari y los ojos a Dorita.

Veamos con detalle a Martina.

 

En su cara podemos apreciar unos grandes ojos durmientes de color  azul, unas cejas marrones pintadas, unas pestañas del mismo color y una nariz achatada. Su pelo es implantado, azul, largo, de lana y con flequillo, y está recogido con dos trenzas atadas por dos lazos de color blanco .

A mi juicio, lo más representativo de esta muñeca es su aspecto cándido y  su bonita sonrisa, que  nos muestra que está feliz.

Su ropa es la propia de una niña . Lleva un vestido de manga larga de color azul con motivos florales en el podemos ver una puntilla  blanca en su parte inferior. Desde los hombros y hasta la cintura, su vestido aparece adornado con unos volantes de color blanco terminados en una puntilla de color azul. Al termino de los mismos, y cosidos al vestido,  lleva  dos lazos blancos. De la misma tela que el vestido lleva un gorro con una puntilla blanca.

En sus pies lleva unos zapatos de tela de color azul que están atados con dos lazos blancos. Por último , y como ropa interior, lleva unos pololos blancos con una puntilla blanca. 

Para acabar esta publicación os dejo una foto de Martina en su caja, en la que puede apreciarse su nombre y el dibujo de una niña acariciando a un gato.

Cabe destacar, que esta muñeca se realizó también en tonalidades rosa. 

 

Como siempre, espero que os haya gustado.

 

Hasta la próxima!!